Trata de que en una ciudad llamada "villa caramelo, cuna del bastón de azúcar de los mil sabores" sucede una cosa : el protagonista de nuestra historia, es un niño llamado Migue ruedines. Migue tenía 9 años, era alto y delgado y le encantaba jugar con coches, escuchar música rock y leer libros de aventuras.
Desde que nació Migue usaba una silla de ruedas, pero no una cualquiera porque sus padres eran inventores y le habían hecho una diferente con sus "artilugios" que le ayudaban en su día a día.
Migue tiene 2 amigos inseparables, Laura tapia y Quino cuatrojos.
Laura era una niña guapísima, que siempre había odiado jugar con muñecas y cocinitas; su mayor ilusión era convertirse en la mejor jugadora de fútbol del mundo. Laura tenía dificultades para oír, ya que de pequeña tuvo una infección que le había afectado al oído pero los padres de Migue le construyeron un audífono.
En cuanto a Quino, era un niño regordete al que no le gustaba estudiar; prefería ver los dibujos animados y siempre trataba de encontrar las golosinas que le escondía su madre por la casa. Quino había perdido gran parte de su visión debido a un problema de azúcar pero también a él le han construido los padres de Migue unas gafas increíbles. Los 3 iban al mismo colegio; un centro que estaba adaptado para sus necesidades y en los recreos planeaban lo que iban a hacer cuando llegaran las vacaciones.
Por fin llegó el verano, habían terminado las clases y se pusieron a jugar al escondite y Migue cuando fue a pasar le dio con la silla de ruedas a un cuadro de su tío "Joe McDonald" y lo rompió; enseguida le dio a un botón del ordenador de su silla de ruedas que recogió los cristales y él se quedó con lo que había enmarcado: era un mapa de un tesoro y llamó a sus amigos y lo vieron, se lo estudiaron todos y fueron en su busca, avanzaron durante mucho rato y al fin llegaron a una sala de la que no parecía tener salida. Pero Quino averiguo el acertijo, que habían puntos en el dibujo y allí en la sala y era escritura braille y así hicieron sucesivamente con todas las salas y cada una tenía una pista y las averiguaron todas y encontraron el tesoro; se quedaron en silencio y gritaron todos a la vez: ¡A por él!
Y empezaron a comerse las gominolas y caramelos.
Fin
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